Prefacio de Pascua
Bendición solemne facultativa.
CEC 2746-2751: la oración de Cristo en la Última Cena
CEC 755, 736, 755, 787, 1108, 1988, 2074: Cristo es la vid, nosotros los sarmientos
CEC 953, 1822-1829: la caridad
TEXTO BIBLICO
DOMINGO QUINTO DE PASCUA
Año "B"
Bernabé les contó en qué forma Saulo
había visto al Señor en el camino
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 9, 26-31
En aquellos días, cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían desconfianza porque no creían que también él fuera un verdadero discípulo. Entonces Bernabé, haciéndose cargo de él, lo llevó hasta donde se encontraban los Apóstoles, y les contó en qué forma Saulo había visto al Señor en el camino, cómo le había hablado, y con cuánta valentía había predicado en Damasco en el nombre de Jesús. Desde ese momento, empezó a convivir con los discípulos en Jerusalén y predicaba decididamente en el nombre del Señor.
Hablaba también con los judíos de lengua griega y discutía con ellos, pero estos tramaban su muerte. Sus hermanos, al enterarse, lo condujeron a Cesarea y de allí lo enviaron a Tarso.
La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 21, 26b-28. 30-32
R. Te alabaré, Señor, en la gran asamblea.
O bien:
Aleluia.
Cumpliré mis votos delante de los fieles:
los pobres comerán hasta saciarse
y los que buscan al Señor lo alabarán.
¡Que sus corazones vivan para siempre! R.
Todos los confines de la tierra
se acordarán y volverán al Señor;
todas las familias de los pueblos
se postrarán en su presencia. R.
Todos los que duermen en el sepulcro
se postrarán en su presencia;
todos los que bajaron a la tierra
doblarán la rodilla ante Él. R.
Mi alma vivirá para el Señor,
y mis descendientes lo servirán.
Hablarán del Señor a la generación futura,
anunciarán su justicia a los que nacerán después,
porque esta es la obra del Señor. R.
Su mandamiento es éste:
que creamos y nos amemos
Lectura de la primera carta de san Juan 3, 18-24
Hijitos míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas.
Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza, y Él nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como Él nos ordenó.
El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.
Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 15, 4a. 5b
Aleluia.
Permanezcan en mí,
como Yo permanezco en ustedes.
El que permanece en mí, da mucho fruto.
Aleluia.
EVANGELIO
El que permanece en mí, y Yo en él,
da mucho fruto
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 1-8
Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Él corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que Yo les anuncié. Permanezcan en mí, como Yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y Yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»
Palabra del Señor.
PERMANECEMOS EN EL TEXTO
¿Qué clase de vid es Jesús? ¿Quién es el viñador? ¿Quiénes son los sarmientos o ramas? ¿Qué hace Dios Padre con los sarmientos que no dan fruto? ¿Qué hace con aquellos que dan fruto? ¿Para qué los poda?
¿Por medio de qué son purificados los discípulos de Jesús?
¿Un sarmiento puede dar fruto si no permance en la vid?
Nosotros, ¿podemos dar fruto si no permanecemos en Jesús? ¿Quién solamente podrá dar mucho fruto? ¿Qué podemos hacer si estamos separados de Jesús?
¿Con qué se puede comparar el que no permanece en Jesús? ¿Qué se hace con un sarmiento seco?
¿Cuándo solamente obtendremos lo que pidamos en la oración? ¿En qué consiste la gloria de Dios Padre?
CLAVES DE LECTURA
a) Para colocar el pasaje en su contexto:
Estos pocos versículos forman parte del gran discurso de Jesús a sus discípulos en el momento íntimo de la última cena y comienza con el versículo 3 del cap. 13 prolongándose hasta todo el cap. 17. Se trata de una unidad muy estrecha, profunda e indisoluble, que no tiene par en todos los Evangelios y que recapitula en sí toda la revelación de Jesús en la vida divina y en el misterio de la Trinidad; es el texto que dice lo que ningún otro texto de las Sagradas Escrituras es capaz de decir con relación a la vida cristiana, su potencia, sus deberes, su gozo y su dolor, su esperanza y su lucha en este mundo y en la Iglesia.
Pocos versículos, pero rebosantes de amor, de aquel amor hasta el final, que Jesús ha decidido vivir con los suyos, con nosotros, hoy y siempre. En fuerza de este amor, como supremo y definitivo gesto de ternura infinita, que recoge en sí todo otro gesto de amor, el Señor deja a los suyos una presencia nueva, un modo nuevo de existir: a través de la parábola de la vid y de sus sarmientos y a través, del maravilloso verbo permanecer, repetido muchas veces, Jesús da comienzo a esta su historia nueva con cada uno de nosotros, que se llama inhabitación. Él no puede quedarse junto a nosotros porque vuelve al Padre, pero permanece dentro de nosotros.
b) Para ayudar en la lectura del pasaje:
vv. 1-3: Jesús se revela a sí mismo como verdadera vid, que produce buenos frutos, óptimo vino para su Padre, que es el agricultor y nos revela a nosotros, sus discípulos, como sarmientos, que tienen necesidad de permanecer unidos a la vid para no morir y para llevar fruto. La poda, que realiza el Padre sobre los sarmientos a través de la espada de su Palabra, es una purificación, un gozo, un canto.
vv. 4-6: Jesús consigna a sus discípulos el secreto para que puedan continuar viviendo esta relación íntima con Él: es permanecer. Como Él entra dentro de ellos y permanece en ellos y nunca más queda afuera, así también ellos deben permanecer en Él, dentro de Él; este es el único modo para ser plenamente consolados, para poder resistir en el camino de la vida y para poder dar el buen fruto, que es el amor.
v. 7: Jesús, una vez más, deja en el corazón de los suyos, el don de la oración, la perla preciosísima, única y nos explica que permaneciendo en Él, podremos aprender la verdadera oración, aquélla que pide el don del Espíritu Santo con insistencia y que sabe que ha de ser escuchada.
v. 8: Jesús nos llama una vez más a Él, nos pide que le sigamos, de hacernos y ser siempre sus discípulos. El permanecer hace nacer la misión, el don de la vida por el Padre y por los hermanos; si permanecemos verdaderamente en Jesús, permaneceremos también en medio de los hermanos, como don y como servicio. Esta es la gloria del Padre.
Fuente: ocarm.org
RECURSO AUDIVISUAL
Jn 15,1-8. Podemos «soñar» grandes cosas, pero en el fondo no somos sino lo que somos en el vivir diario.
No es nada fácil vivir con cierta autenticidad en nuestro pequeño mundo de cada día.
De entrada, querámoslo o no, casi todos hemos de desempeñar un rol, muchas veces impuesto; hay que ajustarse al «guión» y representar bien nuestro papel. Pero, ¿se tratará sólo de ser un buen «actor»? ¿Cómo ser el «director» de la propia vida?
Está luego, la presión social; hay que estar atentos «a lo que se hace», «lo que se dice», «lo que se lleva». Muchas personas perciben su vida como algo monótono y rutinario, sin aliciente alguno. Se puede deber, en parte, a esta ciega sumisión al comportamiento establecido por la mayoría. Pero, cómo ser más libres frente a tanta alimentación colectiva? (Texto de J.A. Pagola)
El Equipo Eucaristía y la Editorial Verbo Divino promueven "Quiero ver": una presentación diferente para cada domingo y festividades del año. https://verbodivino.es/Recursos/Video...
Hacemos silencio.... Nos preguntamos... ¿QUÉ ESPERA EL SEÑOR DE NOSOTROS?
Jesús es el centro de todo lo que se hace en nuestra comunidad? ¿O la organización marcha sin Él? ¿Cómo logramos una mayor unión con el Señor?
¿Los éxitos en nuestro trabajo evangelizador los atribuimos a nuestra propia capacidad? Y los fracasos ¿de donde vienen?
Una tarea evangelizadora sin relación con la Comunidad cristiana y sus pastores es una tarea sectaria y destructiva. ¿Cómo ven en este aspecto las cosas en nuestra comundad?
LO QUE NOS ENSEÑA LA IGLESIA (PAPA, OBISPO Y PARROCO) (PENDIENTE DE ACTUALIZACIÓN)