CEC 30, 163, 301, 736, 1829, 1832, 2015, 2362: el gozo
CEC 713-714: las características del Mesías esperado
CEC 218-219: el amor de Dios por Israel
CEC 772, 796: la Iglesia, esposa de Cristo
TEXTO BIBLICO
DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO
AÑO B
Desbordo de alegría en el Señor
Lectura del libro de Isaías 61, 1-2a. 10-11
El espíritu del Señor está sobre mí,
porque el Señor me ha ungido.
Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres,
a vendar los corazones heridos,
a proclamar la liberación a los cautivos
y la libertad a los prisioneros,
a proclamar un año de gracia del Señor.
Yo desbordo de alegría en el Señor,
mi alma se regocija en mi Dios.
Porque Él me vistió con las vestiduras de la salvación
y me envolvió con el manto de la justicia,
como un esposo que se ajusta la diadema
y como una esposa que se adorna con sus joyas.
Porque así como la tierra da sus brotes
y un jardín hace germinar lo sembrado,
así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza
ante todas las naciones.
Palabra de Dios.
SALMO Lc 1, 46-50. 53-54
R. Mi alma se regocija en mi Dios.
Mi alma canta la grandeza del Señor,
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. R.
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:
¡su Nombre es santo!
Su misericordia se extiende
de generación en generación
sobre aquellos que lo temen. R.
Colmó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia. R.
Consérvense irreprochables en todo su ser,
hasta la Venida del Señor
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica 5, 16-24
Hermanos:
Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús. No extingan la acción del Espíritu; no desprecien las profecías; examínenlo todo y quédense con lo bueno. Cuídense del mal en todas sus formas.
Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser -espíritu, alma y cuerpo- hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará.
Palabra de Dios.
ALELUIA Is 61, 1
Aleluia.
El Espíritu del Señor está sobre mí;
Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres.
Aleluia.
EVANGELIO
En medio de ustedes hay alguien a quien no conocen
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 1, 6-8. 19-28
Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino el testigo de la luz.
Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: «¿Quién eres tú?» Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías.»
«¿Quién eres, entonces?», le preguntaron: «¿Eres Elías?» Juan dijo: «No.»
«¿Eres el Profeta?» «Tampoco», respondió.
Ellos insistieron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?»
Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.»
Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: «¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.»
Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
Palabra del Señor.
PERMANECEMOS EN EL TEXTO
¿Juan Bautista era la luz de los hombres?
¿Qué era en relación con la luz?
¿Quiénes y de dónde vinieron para preguntar a Juan Bautista quién era él? ¿Qué contestó Juan? ¿Quién no era? ¿Qué dijo Juan de sí mismo? ¿Qué era?
¿Con qué bautizaba Juan? ¿Por qué bautizaba? ¿Quién iba a venir después de él?
¿Juan se sentía más digno que el que iba a venir después de él?
CLAVES DE LECTURA
a) Una clave de lectura:
La liturgia de este tercer domingo de Adviento nos coloca delante de los ojos la figura de Juan el Bautista y describe el lugar que él ocupa en el plan de Dios. Así, nos ayuda a encontrar nuestro lugar y nos prepara para la fiesta de Navidad. Juan el Bautista fue grande, muy grande. Fue un profeta con muchos discípulos y un protagonismo popular. Jesús lo definió como el más grande entre los nacidos de mujer. Y no obstante, según Jesús, el más pequeño en el Reino es más grande que Juan. (Mt 11,11). Juan sabía esto. Alabado por los otros, no se alababa por cuenta propia. Después que Jesús comenzó a anunciar el Reino de Dios, él supo cederle el puesto. Sus discípulos, al contrario, no tuvieron su grandeza de alma. Se sintieron envidiosos. Juan les ayudó a superar el problema. De hecho no es fácil ceder el puesto y la guía a otros y colaborar con ellos para que puedan realizar su propia misión.
b) Una división del texto para ayudar en la lectura:
Jn 1,6-8: El puesto de Juan dentro del plan de Dios: dar testimonio de la luz
Jn 1,19-21: El testimonio negativo de Juan sobre sí mismo: él no es lo que los demás piensan de él.
Jn 1,22-24: El testimonio positivo de Juan sobre sí mismo: él prepara el camino del Señor
Jn 1, 25-28: El significado del bautismo de Juan: prepara la venida de Alguien más grande que vendrá después.
Fuente: ocarm.org
RECURSO AUDIVISUAL
Jn 1,6-8,19-28. Es el tercer domingo de adviento. La palabra adviento viene del latín adventus, que significa "llegada". Ya llega.
Llegan las luces, el árbol, el Belén, las comilonas, las prisas, los regalos, los reencuentros... Y Jesús. Sobre todo, Jesús.
El adviento es tiempo de preparar el corazón para acoger a Jesús, de allanar el camino de la vida al Señor, de ser testigos de su luz: de que viene y lo va a transformar todo. Si le dejamos…
El Equipo Eucaristía y la Editorial Verbo Divino promueven "Quiero ver": una presentación diferente para cada domingo y festividades del año. https://verbodivino.es/Recursos/Video...
Hacemos silencio.... Nos preguntamos... ¿QUÉ ESPERA EL SEÑOR DE NOSOTROS?
¿En qué se nota que entre nosotros, en nuestro ambiente, Jesús es un gran desconocido? ¿Qué vamos a hacer para conocerlo y hacerlo conocer mejor?
¿Hemos experimentado personalmente la presencia de Jesucristo Resucitado en nuestra vida, de tal forma que podemos hablar de lo que hemos visto y oído?
¿Los santos nos llevan a Cristo? ¿o quedamos a mitad de camino: en una devoción y rezos a los santos?
¿Por el testimonio de nuestra humildad y bondad, el más grande, Jesucristo, puede llegar a los que nos rodean?
¿Somos una voz que en el desierto de las opiniones y errores orienta a la gente hacia Cristo? ¿Cómo vamos a preparar el camino a Cristo?
LO QUE NOS ENSEÑA LA IGLESIA (PAPA, OBISPO Y PARROCO) (PENDIENTE DE ACTUALIZACIÓN)